Texto en la imagen que dice 'La Chacarrera' con letras negras sobre un fondo claro.

Una historia que se canta con ron, se baila entre sombras, y se recuerda con fuego.

Cuando cae la tarde en Casa La Floresta, una nueva energía despierta. La luz se vuelve más baja, los aromas se intensifican, y la música empieza a murmurar secretos que solo se entienden con el primer trago.

Así nace La Chacarera, la hermana indómita y nocturna de La Floresta.

Su nombre viene de aquella finca familiar al sur, donde el barro, la leña y la risa convivían en las sobremesas eternas. Allí, los abuelos contaban historias entre cafecito y cocuy, y las mujeres bailaban descalzas al ritmo de una radio vieja que siempre sonaba alto. Era el lugar donde lo simple se volvía sagrado

La Chacarera no es solo un bar:

es un homenaje a la tierra, al mestizaje de nuestras raíces, a lo rústico y lo elegante mezclados sin pedir permiso.

Aquí, los cócteles se sirven con flores, los platos son para compartir historias, y la noche se vive como una celebración de lo que fuimos y lo que queremos seguir siendo.

Ven a dejarte llevar por la música, el ron, y esa sensación de estar en casa… pero una casa que vibra, que arde, que canta.